domingo, 12 de septiembre de 2010

Milagro o fe.

¿Quién diría el año pasado durante la misma fecha que estaría en las circustancias actuales?. Nadie, ¿verdad?. Pero, pensando detenidamente, tal vez tengamos que meditar justamente lo contrario. Ese hombre que está la fotografía está indiscutiblemente en unas circustancias que sin duda no son las del año anterior, pero podía no haber estado siquiera presente.

Lo que a este hombre le ha ocurrido, algunos podrían decir que es un milagro de Dios o tal vez otros opinen que, como dijo Jesus: "Te ha salvado tu fe". Pero lo que yo tengo claro es que no ha pasado un día desde el fatal accidente que tanto el propio afectado como su familia al completo haya nombrado aunque sea en voz baja a su Virgen de la Sangre o al Cristo de la Vera Cruz para que escuchen sus plegarias y...han sido escuchadas.

Me consta los numerosos vaivenes de estado de salud de este hombre gracias al contacto que he tenido permanentemente con mi amigo Fran Gómez, pero como decíamos ambos, pasito a paso y sin prisas como el andar del paso de nuestro Cristo de la Vera Cruz llegaremos al objetivo de seguir luchando para seguir adelante.

En mi nombre y el de mi familia, bienvenido nuevamente a casa, Feliciano.
¡Ánimo!.


No tiene mas remedio, es mi opinión, que Feliciano en ese momento estuviera hablándole a su Virgen de la Sangre y Ésta a su vez escuchándole su agradecimiento por darle una nueva vida.
(Imagen tomada justo en el instante en que Pepe Ruiz, nuestro capataz, levanta el paso de la Virgen de la Sangre en honor a Feliciano y a su familia.)

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